Hábito de lavarse los dientes

1. Fase de preparación:

- Primero los padres deben analizar poco a poco los aspectos que tienen que ver con el aprendizaje del niño/a.
- Hay que asegurarnos que el niño/a dispone de habilidades de planificación necesarias y además que el momento sea el adecuado.
- Además se debe contar con los recursos necesarios y con la motivación del niño/a.

2. Fase de aprendizaje:

- Le vamos a enseñar la habilidad que queremos que aprenda el niño/a, en este caso lavarse los dientes.
- Crearemos un juego con el que el niño aprende e imite el hábito que queremos que adquiera, el juego debe ser repetitivo todos los días.
- Debemos observar si le surge alguna dificultad en el aprendizaje y ofrecerles apoyo y recursos.
- Finalmente es importante motivar al niño/a

JUEGO

• Título: ¡Boquita limpita todos los días!
• Materiales: Cartulina, ceras de colores, plástico para plastificar, cepillo de dientes original y rotuladores borrables
• Desarrollo:

Dibujaremos en una cartulina una boca gigante donde se vean todos los dientes, después con ayuda del niño la colorearemos como el niño quiera.
Una vez esté hecho lo llevaremos a que nos plastifiquen el dibujo y lo colgaremos cerca del baño para que el niño lo vea siempre que vaya al baño.
Siempre que podemos, una vez al día al menos, colorearemos con los rotuladores borrables los dientes, para simular que están sucios, y el niño tendrá que coger su cepillo y restregar para borrar las manchas de rotulador de los dientes.
A la vez que hace eso también le cantaremos una canción.

3. Fase de automatización:

- Una vez el niño haya adquirido la habilidad, debe practicarla hasta que sea capaz de reproducirla.
- El niño/a automatizará la habilidad en forma de rutinas y la ejecutará de la misma manera.
- En esta fase debemos trabajar el perfeccionamiento de la ejecución.
Si vemos que el niño/a no la está realizando bien, habrá que corregirlo y hacer que la haga bien porque una vez automatice esta actividad costará más su corrección.

4. Fase de consolidación:

- En esta fase ya se realiza el hábito de forma autónoma.
- El niño ya ha interiorizado la ejecución de la actividad con precisión.
- Cuando lo pueda hacer de manera automática, diremos que el hábito está consolidado.
- Se debe evitar los premios y la sobreprotección.